Carta de Vicente ...


Un amigo brasilero con el que viví en Barcelona me regaló la siguiente carta, lleva conmigo 10 años. Dice lo siguiente:

Hola Pablo ! Ha llegado el momento de iniciar una nueva jornada, he leído algo en un libro que tengo que se llama I Ching y siempre lo consulto cuando procuro alguna paz y consejo. He abierto en una página hoy y quiero pasártela a ti ya que vas a viajar y estarás fuera de tu casa por un rato.


O viajante ... 

Cuando un hombre está viajando él es, por tanto, extranjero, debe evitar ser rudo o arrogante. Él no dispone de un gran círculo de relaciones y no debe, por tanto, vanagloriarse. Es necesario ser cauteloso y reservado; de ese modo evitará el mal. Si él es atento con los demás, tendrá suceso.
El viajante no tiene casa fija, su lugar es la calle. Por esto él debe buscar mantenerse íntegro y firme, deteniéndose apenas en lugares apropiados y teniendo contacto solamente con buenas personas. Él, entonces, encontrará buena fortuna y podrá seguir su camino sin problemas.
Cuando el fuego quema en la montaña, se hace una inmensa claridad. Pero, el fuego no se detiene en un solo sitio, sigue adelante en su busca de nuevo combustible. Él es un fenómeno de corta duración. Así también deben ser las penalidades y los procesos; algo pasajero, que no se prolonga indefinidamente. Prisiones deben ser lugares en que las personas sean acogidas solo temporalmente, como si fueran huéspedes. No deben convertirse en moradas.

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