Los guiños del destino

Creo que viajar siempre fue mi sueño. Ya desde chico cuando miraba las películas soñaba con viajar y visitar todos los lugares que en éstas veía. Películas que mostraban Estados Unidos y su vida ostentosa, pasando por las que hablaban de centro y sudamérica mostrando lo imponente de su naturaleza y las aventuras que ésta proponía, hasta las que me hacían viajar por Europa a través de la segunda guerra mundial .
Después de haber trabajado y ahorrado lo suficiente, el mundial de Francia fue un gran regalo para un futbolero como yo ... y la alegría de ver a Argentina en un mundial por primera vez, algo difícil de explicar con palabras ...
Me imaginé una y mil veces todas las cosas que podría ver o podrían pasarme en mi viaje, pero nunca jamás me hubiese imaginado todo lo que viví y en como ese sueño de viajar por Europa cambiaría mi vida ...
Corría el mes de agosto de 1998 cuando decidí visitar a Michella, una italiana que había conocido en Berlín y que me había invitado a su casa en Carpané, en el norte de Italia. Pasé con ella unos días. Los Albertos, dos de sus amigos, nos visitaron y la pasamos muy bien. Uno de ellos me había dicho que tenia que visitar Rimini, que era la Ibiza italiana y que me encantaría ya que había mucha fiesta y varias de las mejores discotecas en Italia. Yo nunca había escuchado sobre esa ciudad o no la recordaba, pero decidí hacerle caso y visitarla.
Llegué a Rimini un día antes del ferragosto. La estación de trenes estaba abarrotada de gente, lo cual me dio una pauta de lo que sería la ciudad a la cual muchos se acercaban a celebrar ese día, un feriado nacional en el cual muy pocos trabajan en Italia. Me tomé un bus camino al centro sin saber muy bien donde me debería bajar. Me puse a buscar un hotel en donde quedarme. En todos me decían lo mismo, que no tenían lugar. Seguí buscando y preguntando en cada uno de los hoteles y hostales que veía, y nada. Mientras caminaba veía los restaurantes llenos de gente y los comercios abiertos hasta tarde debido a la gran demanda de los turistas, bien típico de las ciudades balnearias en verano. El tiempo pasaba, la noche se acercaba y no sabia donde pasaría la noche. Decidí parar un rato para descansar.
Estaba preocupado, deambulando por la ciudad intentando sin éxito encontrar un lugar donde dormir.
No sabia que hacer, mientras caminaba por una de las tantas calles por las que bagué buscando un alojamiento, y no se en cuantos pregunté, pero seguro que fueron muchos, ya casi resignado a pasar la noche quien sabe donde escucho: Argentina... me giro, y en la terraza del bar de un hotel, hablaban una mujer y un hombre. Enseguida me acerqué con toda mi inocencia y sin pensarlo les dije: yo soy argentino ... !!! Fue como un grito casi con la desesperación de quien necesita ser ayudado. Cuestión que el hombre, peruano, y la mujer, italiana, dueña del lugar, muy amablemente me hicieron pasar y me invitaron a sentarme con ellos. Nos quedamos hablando. Yo contándoles un poco de mi vida y ellos de la suya. Yo les dije que necesitaba un lugar donde dormir, que había estado buscando por todos lados y no encontraba ni una cama. La mujer me dijo que ella no tenia lugar, que lo lamentaba pero que no le quedaba ni una habitación libre. Igualmente me quedé con ellos tomando algo y pasando el tiempo. Era entrada la noche y yo seguía sin saber donde dormiría.
La cuestión es que al rato la mujer se apiadó de mi y me ofreció quedarme en una habitación que ellos utilizaban para guardar cosas. Yo obviamente le dije que si y por suerte ahí me terminé quedando unos días.
Por la mañana la dueña del hotel me dijo que un conocido suyo argentino había pasado por el bar y ella le había hablado de mi. Éste paso por la tarde y nos conocimos. Hice buena onda con Daniel. Salimos un par de veces por Rimini. Me acuerdo que con su "motorino" me llevó a conocer la ciudad y la movida que había por la noche ...y al dani le gustaba mucho la joda ...
Una tarde hablando de todo un poco, me comentó que en la obra donde él trabajaba necesitaba una persona que le haga de peón, me ofreció trabajar con él ... Yo directamente le dije que no, que ya me volvía a Argentina, además mi idea era volverme en cuanto me quedase sin plata y para eso no faltaba mucho. Él me insistió, me dijo que además de pagarme el sueldo (que era bueno, 2.100.000 liras) me pagaría los almuerzos. Yo lo miré y le mostré mis manos de oficinista y le dije que jamás había trabajado de peón o nada parecido. Me dijo que no me preocupase, que podía aprender. Me lo pensé y al final acepté ... La idea de trabajar en Europa me hacia mucha ilusión ...
Esa primera vez, INOLVIDABLE, trabajando en Italia me dio fuerzas y confianza como para, después de volverme a Argentina por seis meses, volver a Europa y empezar de a poco a construir lo que hoy es ya algo así como un estilo de vida. A lo largo de éstos 15 años, creo no haber pasado ni un año seguido en el mismo lugar. Siempre me he estado moviendo cada 6 o 7 meses generalmente, ya que las temporadas de verano en las que solía trabajar duraban ese tiempo. Luego venían, y siguen viniendo los largos lapsos sin trabajo ...
Miles de experiencias vividas, incontable cantidad de personas se han cruzado por mi camino y yo por el de ellas ... He estado en tantas ciudades, tantos pueblos ...Que hubiese sido de mi si no hubiese pasado por ese hotel o no hubiese escuchado ese "Argentina" o hubiese pasado un segundo después de que lo digan ...?
O que hubiese sido si en Berlin no me hubiese metido en el Subterráneo de manera equivocada y por eso no hubiese conocido a Michella ?
En fin, si bien creo que uno debe moverse y buscar su destino, poner lo mejor de uno y estar atento a las señales, también creo que de alguna forma "nos" van guiando ...
Que quiero también decir con esto? Que la vida no es los que nos dijeron. Que muchas veces los caminos que nos marcaron puede que no sean los que queremos andar ... Que uno tiene que escuchar mas sus instintos y tener la decisión de seguirlos, aunque vayan en contra de lo que nos inculcaron a lo largo de nuestras vidas. Muchas creencias que nosotros tenemos como verdaderas e irrefutables nos llevan a estar como quizás no queramos, en vez de enfocarnos mas en lo que realmente tenemos ganas de hacer, en lo que realmente nos pide el corazón !
La vida me ha hecho muchos guiños, muchísimos, mas los que me hizo y ni cuenta me di ...

Un guiño del destino para que mi vida cambiase ...